domingo, 22 de mayo de 2011

Un mallorquín reclama 300.000 euros al Ibsalut por las graves secuelas derivadas de una vacuna

FELIPE ARMENDÁRIZ. PALMA Un mallorquín ha presentado contra el Ibsalut (el servicio público sanitario de Balears) una reclamación de 300.000 euros como compensación por las graves secuelas que arrastra tras ser vacunado, a mediados de los años 80, contra la polio. La reclamación ha sido desestimada en una primera sentencia donde se postula que los hechos han prescrito.
El demandante sufre una encefalitis postvacunal, así como trastornos del comportamiento y asma bronquial, males que vincula con la defectuosa vacunación a la que fue sometido.

Daños permanentes
Los hechos se remontan a los años 1983 y 1984 cuando el mallorquín fue vacunado contra la polio. Según su demanda, aquella vacuna era defectuosa y le causó una encefalitis postvacunal, que le ha causado importantes secuelas para toda la vida.
La demanda correspondió al juzgado de lo contencioso-administrativo 2 de Palma, quien ha desestimado la reclamación al entender que ha prescrito el caso. Según la primera sentencia, la vacuna fue administrada al demandante entre los años 83 y 84. El enfermo sostiene que los daños que padece tienen un carácter permanente e irreversible y los vincula a la vacuna.
La magistrada entiende que la reclamación tenía que haberse formulado cuando las secuelas fueron diagnosticadas como efectos de la vacuna de la polio. De esta manera, y revisando el historial del paciente, la jueza destaca que ya en el año 2000 se mencionaba la encefalitis postvacunal del demandante.
De esa forma, el paciente tenía que haber interpuesto su reclamación contra el Ibsalut antes de trascurrido un año desde el primer diagnóstico. La demanda se interpuso en 2009 y la reclamación ante el Ibsalut en 2004, lo que lleva a la juzgadora a declarar prescrito el caso. La sentencia puede recurrirse ante la sala de lo contencioso-administrativo del TSJB.
El demandante postula que la sanidad pública incurrió en negligencia, debido a la defectuosa campaña de vacunación contra la polio de esos años.
Las dosis que le fueron inoculadas estarían en mal estado y le causaron una infección, que derivó en la permanente encefalitis postvacunal.

Un año desde el diagnóstico
Según la juez de lo contencioso-administrativo 2, el mallorquín tenía que haber presentado su reclamación ante el Ibsalut en 2001, menos de un año después del diagnóstico.